Este cuadro es el resultado de una investigación llevada a cabo en Nueva Zelanda por AgResearchempresa estatal neozelandesa dedicada a las ciencias de la vida y la investigación agrícola.
Según la Medicina Tradicional Oriental, se atribuyen a la cornamenta de terciopelo una amplia gama de beneficios. Es poco probable que una sola sustancia activa pueda ser responsable de todos ellos. A pesar de la extensa literatura sobre los beneficios para la salud de la cuerna de terciopelo, se han purificado e identificado químicamente relativamente pocas sustancias químicas activas, o se ha confirmado su actividad farmacológica.
Sin embargo, gracias a la investigación, se han identificado como principios activos diversos péptidos y proteínas, lípidos, nucleótidos, poliaminas y vitaminas. Por ejemplo, estudios sobre el terciopelo de ciervo realizados en Nueva Zelanda y Estados Unidos han demostrado que contiene una gran variedad de factores de crecimiento. Se trata de moléculas biológicamente activas esenciales de las que se sabe que tienen una serie de funciones importantes en una amplia gama de tejidos corporales.
El terciopelo es también una fuente de hexosamina, sulfato de condroitina y colágeno, conocidos por favorecer la función articular.