En las granjas de Nueva Zelanda, lejos del estrés de la civilización, los ciervos se crían en un entorno libre, sin utilizar hormonas. Las astas de terciopelo se recogen sólo en la fase óptima de crecimiento, con cuidado, bajo la supervisión de un veterinario, sin perjudicar la salud del animal.
Inmediatamente después de la extracción, el terciopelo se enfría rápidamente y se procesa mediante una de las tecnologías más avanzadas: la liofilización. Este proceso se lleva a cabo a temperaturas extremadamente bajas en vacío, preservando la máxima cantidad de sustancias bioactivas:
A continuación, el terciopelo seco se muele suavemente hasta obtener un polvo fino, se comprueba su pureza y calidad y se prepara para su posterior procesamiento. El polvo se utiliza directamente o como base para la producción de extractos muy concentrados.
Cada cápsula, cada gota de nuestros productos contiene todo el potencial del terciopelo de ciervo, en su forma más pura, tal y como la naturaleza lo concibió. Para la armonía corporal, el restablecimiento de la energía y la activación de la vitalidad natural a nivel celular.